jueves, 10 de septiembre de 2009

Acaso





Acaso



me haya sumido en un desierto sin alas
con las que acariciar tu rostro de cristal
y recorran mis pies con creces fatigados
mil escaleras ajadas por la soledad.




Acaso


las callejuelas de mi barrio nocturno
no te ciñan a mi cuerpo ya resignado
no pueda pensar en tu rostro tan bello,
ascensores y besos por fin devorados.




Acaso


quieras ver mi entierro sin pésames ni flores
donde ruja en mi cuerpo cualquier vil puñal.
En tu mar pueda devorar mi angustia preñada,
mi vejez en la tierra en un silencio abismal.




Acaso


te marches sin decirme te quiero
sin que ladren los perros de tu noche cansada
sin que caigan los muros de tu torpe coraza
sin que emitan los cielos una muda sonrisa
sin que un devenir me destruya sin prisa
sin que mientas y entonces sin miedo y sin pasado
en una suave brisa, acaso marche de pronto
sin ninguna palabra, sin tu vientre callado,
escasez de tu boca que sin tí ya no afronto.




Acaso


abrazada a una foto que me hable de tí
mueran mis lágrimas en un mimo profundo,
se me olvide tu voz tan grave e intensa
apegada a tus versos serenos y fecundos.




Acaso


sin saber el motivo por el que huiste así
corte las cadenas que me unen a tu pecho
y rompa el hielo que separa nuestros cuerpos
en tu puerta callada, sabor insatisfecho.




Acaso


la tempestad despedace mi nombre sin recuerdos
con saliva tan torpe de tu ausencia y de tí
acaso me abrase esa dulce nostalgia
almohada vacía de tu sombra sin fin.


viernes, 28 de agosto de 2009

Muere la tarde


Sedoka


Sobre mi rostro
un límpido perfume
a espuma, algas y sal.
Azul medusa
bailas entre las olas
mientras muere la tarde.

Dedicado a juaxix

jueves, 6 de agosto de 2009

Mis manos yacen vacías


En el vértigo creciente
que me aboca al desamparo

mi manos yacen vacías
sobre este colchón ajado.


Me recuesto en mi memoria

tratando así de evocarte
de sumirte en mis infiernos

como una más de mis partes.


Como el témpano que fuiste

tú y ese tierno semblante
en un malparido día

en que jamás regresaste.


¿Dónde quedasteis pasiones?

¿Cuando dejé de nombrarte?

¿Dónde laberinto obsceno

de simientes y de carne?


Mis ojos aguardan fríos
tu imagen y tu estandarte

el placer libidinoso

que un día quisiste darme.


Ahora fluye por mis venas
como ese hilo de sangre

que sale de mis muñecas

doloroso, como un lastre.


Esa carga que me unía
a tu cuerpo a cada instante

ya sale de mis arterias

pa volar libre y amarte.


Pa reposar en tus brazos

en mi mente agonizante

cuando este, mi halo de vida

ya simplemente se acabe.


Sólo en la muerte de mi alma

podré por fin encontrarte
y te llevaré conmigo

al país de los amantes.


Donde no hay dolor ni miedo

donde simplemente, plasmes

el amor como lo espero

pues de mi pasión renaces.

miércoles, 12 de marzo de 2008

En mi ventana


Haikú



En mi ventana
la golondrina tierna
su nido calza.


Sábanas blancas,
meciéndose en el viento
vuelan calladas.

Enredaderas,
cubren de verde oscuro

viejas paredes.


Gaviota parda
con tu vuelo saludas,
en mi ventana.

lunes, 10 de marzo de 2008

Olvidar Tu Cuerpo

Entre murmullos sedientos

de besos y labios ¡fauces!

dedos mudos que recorren

torpes, nulos, incapaces,

cada hueco de mi alma

cada anochecer palpable.


Olvidar tu cuerpo

es devorarme.


A dentelladas glaciares

álabes en boca insulsa

lengua frígida que roza

¡incontrolable!

una almohada vacía

en mi aurora miserable.


Olvidar tu cuerpo

es marchitarme.


Como pétalo inservible

como corola insalvable

tallo joven que, inexperto,

e irremediable,

ya ha comenzado a extinguirse

¡agonizante!


Olvidar tu cuerpo

es desecarme.


Entre recuerdos baldíos,

noche cerrada, apremiante,

sin estrellas, sin tu signo

abominables...

en mis mejillas de nácar

todo me parece ajarse.


Olvidar tu cuerpo

inagotable.


Labios golosos que existen

en la noche avariciosa

mecida por cien mil mares

¡Desconcertantes!

entre mis muslos de plata

tu demonio es implacable.


¿Olvidar tu cuerpo?


Olvidar tu cuerpo

es, simplemente improbable.

CUANDO NIEVA SOBRE LOS CEDROS



Acróstico para un amigo que debió partir.


C UANDO leo en las noches de invierno
U n texto tuyo
A migo de letras,
N unca dejo de imaginar
D onde se esconde esa musa inspiradora
O rgullosa de mudarse en tus palabras.

N IEVA en mi ventana,
I nvento aromas nuevos.
E xalto recuerdos amarillentos,
V iajes que me transformaron,
A mantes que jamás se dieron.

S OBRE mi almohada sueño
O lvidos de mi cuaderno.
B ebedora inagotable de vivencias,
R ezumo aromas en mi memoria,
E levada al viento.

L OS días pasan y espero
O lfatear en tu ausencia
S ólamente tu misterio.

C EDROS que visteis mi cuna
E manando embrujos, cautiverios,
D ónde se esconde mi amante?
R uego su voz, su desvelo.
O cúltame entre tus alas ¡Elévame!
S uspira en mi pecho... ¡Volemos!


Mi mirada se hace risa cuando llega el frío invierno,
recuerdo mis tejados, mis balcones,
el aroma a leña bajo mi techo,
la paz inmensa de mi pueblo.
El sabor a pan horneado, satisfecho.
Y sólo puedo evocarlos...


Cuando Nieva Sobre Los Cedros.