Entre murmullos sedientos
de besos y labios ¡fauces!
dedos mudos que recorren
torpes, nulos, incapaces,
cada hueco de mi alma
cada anochecer palpable.
Olvidar tu cuerpo
es devorarme.
A dentelladas glaciares
álabes en boca insulsa
lengua frígida que roza
¡incontrolable!
una almohada vacía
en mi aurora miserable.
Olvidar tu cuerpo
es marchitarme.
Como pétalo inservible
como corola insalvable
tallo joven que, inexperto,
e irremediable,
ya ha comenzado a extinguirse
¡agonizante!
Olvidar tu cuerpo
es desecarme.
Entre recuerdos baldíos,
noche cerrada, apremiante,
sin estrellas, sin tu signo
abominables...
en mis mejillas de nácar
todo me parece ajarse.
Olvidar tu cuerpo
inagotable.
Labios golosos que existen
en la noche avariciosa
mecida por cien mil mares
¡Desconcertantes!
entre mis muslos de plata
tu demonio es implacable.
¿Olvidar tu cuerpo?
Olvidar tu cuerpo
es, simplemente improbable.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
6 comentarios:
gente sencible que se que las hayyy... VALE LA PENA DETENERSE Y LEER LA SUTILEZA DE LA ACCION EN PALABRAS.... BIEN ROSA... ME ENCANTO
Vaninaaaaaaaaa, tequieroooooooooooooo
Muy buen poema. Todo él emana una gran pasión, pero con sutileza y sensibilidad. Te felicito.
Bravo chiqui, ya te conocía esta poesía. Aquí en tu blog reluce.Pasión y nostalgia a raudales. Felicidades.
Que placer me da encontrar esta hermosa poesía que me trae tantos recuerdos.Un abrazo fuerte mi niña.
Asti
me ha gustado mucho el tenor de tus palabras bien engarzadas, leido en voz alta suena con una cadencia francamente inusitada para mis oídos.
Saludos y a provecho para invitarte al igual que a tus lectores a El imperio de las letras, una comunidad de creación reciente.
Ven y únete en http://mundodeletras.ning.com/
Publicar un comentario